Por Augusto C. Sarrocchi Carreño. y Víctor R. Hidalgo Fernández.
Introducción
Uno de los temas que nos preocupa como Futura OTEC es la situación laboral actual de nuestro país, considerando la enorme importancia que tiene el trabajo y la fuerza laboral para el desarrollo de un país, pero también para las personas y sus familias. Las personas requieren de un trabajo remunerado para la mantención tanto de sí mismas como para su familia, esto es de vital importancia, pero también nos preocupan diversas situaciones humanas, tanto físicas como psicológicas y filosóficas en relación al trabajo y al resguardo de la dignidad de todas las personas.
Nos declaramos y nos reconocemos como humanistas, inclusivos y comprometidos con un futuro sustentable, por tal motivo para nosotros la persona humana es fundamental y nuestra principal preocupación. Creemos en el perfeccionamiento y la capacitación, pero esto para un objetivo mayor que es la trascendencia humana y el afán de procurar una vida mejor y más digna para todos y todas, creemos en cambios de paradigmas para configurar una realidad más armónica, justa y equitativa.
Estamos conscientes de la complejidad de la situación laboral y económica de Chile, que tiene múltiples aristas, creemos firmemente en la necesidad de ocuparnos del tema preparando a las personas para enfrentar esta problemática que, sin afán tremendista, creemos que irá en progresión hacia una mayor problematización debido al avance de la tecnología, el automatismo laboral y la inteligencia artificial.
La situación en nuestro país

Foto de Andres Valdes en Unsplash
La globalización, la pandemia y el estallido social
Con la globalización los cambios sociales y económicos tienen comportamientos universales, la economía mundial está imbricada y la pandemia trajo la confirmación de que los fenómenos de todo tipo, tienen comportamientos que atañen a todos los países del orbe.
La pandemia aceleró universalmente los cambios en el sistema de trabajo y la economía mundial, de la cual obviamente un país como el nuestro no puede estar ajeno, tanto más siendo una economía dependiente de las grandes potencias.
Según Ciper:
América Latina fue la región en desarrollo más afectada por la pandemia a nivel global, considerando mortalidad, caídas en la producción y destrucción de empleos. Esto se debe a que el escenario macroeconómico, social y sanitario de la región previo a 2020 era sumamente frágil. El PIB regional creció en promedio tan solo en un 0,3% entre 2014 y 2019. Según datos de la CEPAL la tasa de pobreza regional aumentó de 27,8% en 2014 a 30,5% en 2019; es decir, previo a la pandemia existían 187 millones de personas viviendo bajo la línea de la pobreza en Latinoamérica. Si bien en Chile no existió un incremento en las tasas de pobreza durante 2014-2019, ha habido una fuerte desaceleración en el crecimiento de la producción estableciendo un panorama laboral complejo y frágil frente a la irrupción de la pandemia. Esto se reflejó en el incremento de las tasas de desocupación, como también en la creación de empleos de baja productividad caracterizados por la presencia de precarias condiciones laborales. La combinación de estos factores explica la magnitud del impacto de la pandemia en los mercados laborales nacionales y los incrementos en los niveles de pobreza”.
Según un informe de la OIT en Chile:
“La COVID-19 provocó una crisis de envergadura en la actividad económica, en el empleo y en los ingresos. Se proyecta una caída en el producto interno bruto entre -4,5% y -5,5% para 2020; y la baja en la ocupación en torno al 20% durante el trimestre junio-agosto de 2020 se tradujo en un aumento en la tasa de desocupación, y una fuerte salida de personas de la fuerza de trabajo: cerca de una de cada tres personas en edad de trabajar están desocupadas o son parte de la fuerza de trabajo potencial”.
Llama la atención que estos datos tengan ya un par de años, pero es evidente que las situaciones sociales y económicas de un país no cambian rápidamente, son procesos lentos que involucran muchos factores , algunos incontrolables como, por ejemplo, los relacionados al clima. Una catástrofe climática cambia absolutamente el panorama económico de un país e incluso de un continente. La erupción de un volcán, por ejemplo, puede hacer que no vayan turistas a una zona que vive de ese comercio, o un terremoto alterar toda la producción y las prioridades de inversión de un estado.
La vulnerabilidad de la vida humana se puede extrapolar a las situaciones económicas, políticas y sociales.
Junto con la pérdida de empleos, con la pandemia llegó a Chile el trabajo “desde la casa” que ya se estaba instaurando en algunos países que tenían una realidad tecnológica más masiva que la nuestra.
La tecnología telefónica y computacional, las redes de comunicación por el internet, se masificaron y las empresas para su funcionamiento tuvieron que utilizar el trabajo online, y los empleados y empleadas para salvar la situación aceptaron de buen grado pues no había otra oportunidad de subsistencia laboral. Esto trajo consigo un cambio importante en la economía, las personas ya no tenían que desplazarse por lo que las empresas de transportes vieron mermadas sus utilidades; las personas no requerían de tanta ropa por lo que la economía del retail cambió; la empresas pronto descubrieron que no requerían de oficinas con todo lo que esto conlleva, gastos de luz, de seguridad, de casinos para las personas que trabajaban en su empresa etc. y entonces el trabajo online comenzó a ser muy ventajoso. En los hogares ya no podían llegar a trabajar las empleadas domésticas y quedaron muchas personas sin empleo.
A este cambio vino a sumarse las compras por internet que hace que las empresas ya no requieran de grandes tiendas sino de bodegas, tampoco se requiere de tantos empleados y empleadas, etc.
Pero el trabajo desde casa tuvo también algunos aspectos negativos, como no respetar los horarios laborales e invadir al trabajador o trabajadora con trabajos o comunicaciones a cualquier hora e incluso en días no laborales. Tampoco fue positivo el que las personas no se desconectaran de su trabajo lo que unido al encierro propio de la pandemia resultó muy nocivo para la salud, especialmente para la mental.
No menor en torno a los cambios en los hábitos de compras de los chilenos, ha sido la propaganda para frenar las compras excesivas y tratar por todos los medios de reutilizar las prendas de vestir y las cosas, frenando el consumismo en pos de no seguir haciendo daño al planeta y por ende a toda la humanidad.
También la carestía de la vida y la recesión económica han frenado las compras, el alza de la unidad de fomento y de los precios de la construcción han mermado la adquisición de nuevas viviendas.
Estos cambios, sucintamente enunciados traerán consigo muchos otros en la economía nacional y en la realidad de miles de hogares, lo que obliga a las personas a replantearse sus trabajos y sus maneras de lograr el sustento diario.
Además de la pandemia otro fenómeno social vino a agravar la situación: el estallido social. La paralización del comercio, de los servicios de turismo, hotelería y servicios gastronómicos ocasionó un daño muy grande a las empresas del rubro turismo, que no tenían capital para subsistir sin trabajar y muchas de ellas quebraron y tuvieron que despedir a sus trabajadores.
El desmadre y la violencia propia de los estallidos sociales produjo temor en la población y dejó huellas en las situaciones laborales y económicas.
“El presidente de la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica, Juan Pablo Swett, ha dicho que, si las protestas no se detienen, podrían estar en juego hasta 500.000 puestos de trabajo.”
Automatización en el mundo laboral
La automatización laboral es un proceso mediante el cual se utilizan tecnologías, como la inteligencia artificial, la robótica y el aprendizaje automático, para realizar tareas y procesos que anteriormente requerían la intervención humana.
El objetivo de la automatización laboral es mejorar la eficiencia, la productividad y la precisión de las operaciones, así como reducir los costos asociados con la mano de obra. Este punto parece ser el más importante para los empresarios que ven en la automatización el aumento de sus utilidades, ya que la máquina sale más barata en tanto requiere una inversión fuerte para adquirirla pero luego no hay gastos importantes, no hay salarios, ni bonos, ni seguros médicos ni sociales, ni hay sindicatos.
Se piensa que la automatización puede generar nuevas oportunidades de empleo, ya que se necesitan habilidades y conocimientos especializados para implementar y mantener los sistemas automatizados, pero estos empleos que requieren de mayor especialización siempre son menores en cantidad que los empleos que requieren menor preparación que son masivos y más básicos. Este punto es importante cuando se está en una sociedad que no da a todas las personas las mismas posibilidades de estudiar y de adquirir mayores conocimientos, también podemos considerar que no todas las personas tienen las mismas posibilidades en cuanto a sus capacidades intelectuales, y son personas que necesitan vivir y satisfacer sus necesidades de subsistencia digna. Una sociedad equitativa y empática debe considerar las necesidades de toda la población y no solo de quienes tienen mayores y mejores posibilidades de acceder a una vida con mejores recursos de todo tipo.
Algunos ejemplos de automatización laboral incluyen la implementación de robots en líneas de ensamblaje de fábricas, el uso de algoritmos de aprendizaje automático para realizar análisis de datos complejos, el desarrollo de chatbots para atención al cliente y la aplicación de vehículos autónomos en el transporte y la logística.
Si bien la automatización laboral puede brindar beneficios en términos de eficiencia y productividad, también plantea desafíos y preocupaciones. Uno de los principales desafíos es el impacto en el empleo, ya que algunas tareas pueden ser reemplazadas por máquinas, lo que puede dar lugar a la pérdida de puestos de trabajo. Además, existe la preocupación de que la automatización pueda ampliar la brecha de desigualdad, ya que aquellos que carecen de habilidades especializadas podrían tener dificultades para encontrar empleo.
El principal problema que nos preocupa son los cambios en la sociedad y la poca preocupación por la persona humana y su dignidad, ¿qué pasará con las personas que son reemplazadas por una máquina? Y no nos referimos solo a su situación económica como desempleados sino también a su autoestima, a sus sentimientos, al sentir que es fácilmente reemplazado. Por otra parte, ¿qué pasará con la persona que es atendida por una máquina? Poco a poco iremos perdiendo la sensibilidad social, dejando de lado conductas tan humanas como enriquecedoras como el diálogo, la conversación, la sonrisa y la comunicación paralingüística. Podemos llegar a convertirnos en una civilización de robots.
Es importante abordar estos desafíos mediante la adopción de políticas y estrategias que fomenten la cualificación y la adaptabilidad de los trabajadores, así como el desarrollo de nuevas habilidades que sean relevantes en la economía automatizada. Además, es fundamental asegurar que los beneficios de la automatización se distribuyan de manera justa y equitativa en la sociedad.
Para enfrentar adecuadamente la automatización laboral, las políticas públicas pueden centrarse en las siguientes líneas de desarrollo:
- Educación y formación: Es fundamental invertir en educación y capacitación para equipar a los trabajadores con las habilidades necesarias en la economía automatizada. Esto implica promover la educación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), así como fomentar el aprendizaje continuo y la adquisición de habilidades digitales y de programación. Obviamente que esto representaría un cambio mayor en los sistemas educacionales de nuestro país y nuevas estructuras sociales, es un cambio global, difícil pero imprescindible para enfrentar con éxito la nueva era que se avecina cada vez con mayor potencia.
Pero en este sistema educacional un contenido esencial debe ser la filosofía, la ética, la moral, la lógica, pues no sacamos nada con cultivar la inteligencia si esta no va acompañada de valores y de reflexión moral.
- Recualificación y reconversión laboral: Las políticas públicas deben facilitar la transición de los trabajadores hacia sectores y ocupaciones en crecimiento que requieran habilidades complementarias a las tareas automatizadas. Esto puede incluir programas de recualificación, subsidios para la formación y asistencia en la búsqueda de empleo en áreas emergentes.
Estos programas deben ser antecedidos por programas de psicología para promover las reconversiones. No es fácil para una persona que lleva años haciendo un oficio o un trabajo, y que incluso puede ser por generaciones familiares, empezar de nuevo en otra actividad que, a lo mejor no la siente como propia de su vida.
Las reconversiones no son fáciles si se tiene en cuenta que se trata de personas, de familias y de emociones y sentimientos tan importantes como el sentido de la vida. Esta situación nos lleva al siguiente punto.
- Protección social: La automatización tiene un impacto en el empleo y la seguridad laboral. Por lo tanto, las políticas públicas deben garantizar una protección social adecuada para aquellos trabajadores que puedan verse afectados por la automatización, como programas de seguro de desempleo, programas de seguridad social y la implementación de una red de seguridad social sólida entre las que se contemple la salud mental y aspectos espirituales pues estamos hablando de procesos humanos, no de máquinas.
Es indudable que una nueva realidad laboral requerirá también de nuevas formas legales de protección.
- Colaboración entre los sectores público y privado: Es esencial fomentar la colaboración entre los gobiernos, las empresas y los sindicatos para abordar los desafíos de la automatización laboral. Esto puede incluir la creación de comités consultivos, la promoción del diálogo social y la cooperación en el diseño e implementación de políticas laborales. Debe incluir esencialmente un cambio de mentalidad en todos los estamentos para comprender que la vida humana y la dignidad del ser humano es esencial , y que todos los seres humanos deben tener cabida en una sociedad humana, y que la realidad es diversa pero que puede existir un plano común, un mínimo basal para dar a todos la posibilidad de soñar y lograr en parte esos sueños.
La idea es la co-construcción de una sociedad feliz pues la felicidad es una construcción humana que permea todas las instituciones y un pueblo feliz trabaja mejor, se enferma mucho menos, es proactivo y la felicidad se refleja en todos y cada uno de los miembros de ella.
- Estimular la innovación y el emprendimiento: Las políticas públicas pueden promover la innovación y el emprendimiento como motores de creación de empleo en la economía automatizada. Esto puede incluir la financiación de programas de investigación y desarrollo, el apoyo a startups y pequeñas empresas innovadoras, así como la creación de ecosistemas emprendedores. La estimulación puede partir en la educación media en la medida que se incorporen contenidos y metodologías que promuevan la configuración de nuevas habilidades para las nuevas realidades que se producirán a todo nivel en la sociedad emergente.
- Evaluación y monitoreo constante: La automatización laboral es un proceso dinámico que evoluciona con el tiempo. Por lo tanto, las políticas públicas deben realizar evaluaciones periódicas y monitorear los impactos de la automatización en el mercado laboral. Esto permitirá ajustar y adaptar las políticas en función de las necesidades cambiantes.
Para enfrentar adecuadamente la automatización en el mundo laboral, es importante desarrollar un conjunto de habilidades que complementen las tareas automatizadas y permitan a los trabajadores adaptarse a los cambios. Algunas habilidades clave a considerar son las siguientes:
- Habilidades digitales: La capacidad de utilizar y comprender tecnologías digitales es fundamental en la economía automatizada. Esto incluye habilidades básicas de informática, competencia en el uso de software y aplicaciones, alfabetización de datos y conocimiento de herramientas y plataformas digitales.
- Pensamiento crítico y resolución de problemas: Las máquinas pueden realizar tareas rutinarias, pero los trabajadores humanos pueden aportar habilidades analíticas y de resolución de problemas complejos. El pensamiento crítico, la capacidad de analizar situaciones, evaluar información y tomar decisiones informadas son habilidades valiosas en un entorno automatizado.
- Creatividad y pensamiento innovador: Las máquinas no son inherentemente creativas, por lo que el desarrollo de habilidades creativas se vuelve aún más importante en un mundo automatizado. La capacidad de generar ideas originales, adaptarse a nuevos desafíos y encontrar soluciones innovadoras puede marcar la diferencia en el mercado laboral.
- Habilidades interpersonales: Aunque la automatización se está volviendo más común, las habilidades interpersonales siguen siendo cruciales. La capacidad de comunicarse efectivamente, trabajar en equipo, colaborar, negociar y resolver conflictos son habilidades que los trabajadores humanos pueden aportar y que son difíciles de replicar por completo en las máquinas. Se hace necesario desarrollar habilidades sociales no solo para el ámbito laboral sino también para la sociabilidad de las personas pues la falta de contacto con otras personas en su ámbito laboral y el uso de máquinas o alternancia con robots requerirá de válvulas de escape y ello es la sociabilización y el contacto con humanos.
- Aprendizaje continuo y adaptabilidad: La automatización está en constante evolución, lo que requiere que los trabajadores sean adaptables y estén dispuestos a aprender de forma continua. La disposición para adquirir nuevas habilidades, adaptarse a nuevas tecnologías y estar al tanto de las últimas tendencias es esencial para mantenerse relevante en el entorno laboral actual. Uno de los aspectos que se requerirán principalmente cuando se inicia la reinserción laboral es la resiliencia, que señala como elementos esenciales no aislarse de las demás personas, pedir ayuda cuando se requiera, tener pensamiento positivo y alejarse de personas negativas.
- Habilidades de liderazgo: A medida que la automatización se expande, se valoran cada vez más las habilidades de liderazgo que permiten guiar equipos, motivar a los miembros del equipo y tomar decisiones estratégicas. La capacidad de liderar, gestionar el cambio y fomentar la innovación puede brindar oportunidades profesionales en un entorno automatizado.
Es indudable que en este texto no podemos dar cuenta de todos los aspectos que traerá consigo la automatización del trabajo, la reinserción laboral y por qué no decirlo, el ingreso a una nueva época con otra sensibilidad vital, distintos parámetros, nuevas formas de vida humana, y nuevos comportamientos donde se vaya rompiendo cada vez más con el pensamiento binario que mantuvo la sociedad a lo largo de toda su historia, y que por su simpleza tuvo mucho éxito y perduró en el tiempo, pero ahora la nueva sociedad emergente mucho más compleja evidenciará un ser humano y una realidad social tanto más compleja que requiere de nuevas taxonomías y no resistan una clasificación solo binaria.
Esperamos como Futura Otec hacer un llamado de alerta para la preparación que deben tener los trabajadores y trabajadoras para competir en un mundo donde la automatización, la robótica y la inteligencia artificial sean importantes contendores.